¡CERO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES!

 

                                                       ¿Qué es la violencia contra las mujeres?



La violencia contra las mujeres es un termino que se utiliza para describir cualquier tipo de acto violento o abusivo dirigido específicamente contra las mujeres debido a su género.

Esta violencia puede manifestarse en diversas formas, tanto físicas, como psicológicas, y desafortunadamente ocurre en todas las culturas y en todo nuestro país.

Algunas de las formas más comunes de violencia contra la mujer son:

    1° Violencia física: Incluye golpes, patadas, estrangulamiento, mutilación, entre otros actos que causan daño                  

          físico a una mujer y hasta la muerte.

     2° Violencia sexual: Implica cualquier acto sexual no deseado o forzado, como la violación, acoso sexual, explotación sexual, o tráfico de personas con fines sexuales.

     3° Violencia emocional o psicológica: Se refiere a comportamientos que buscan socavar la autoestima y confianza de una mujer, como insultos, amenazas, humillaciones, control excesivo o aislamiento social.

      4° Violencia económica: Corresponde cuando una mujer es controlada económicamente, se le impide acceder a recursos financieros o se le priva de sus derechos de propiedad y el trabajo.

         5° Violencia digital: Se manifiesta a través de acoso en línea, ciberacoso, difusión no consensuada

                de imágenes intimas, al igual que otras formas de violencia que se dan en el ámbito digital.

                                                                              

La violencia contra la mujer es un gravísimo problema social, pero más allá corresponde a la violación de sus derechos humanos, y que afecta a todas las edades, clases sociales, etnias y ubicaciones geográficas.

Estos hechos corresponden en pleno siglo 21, a actos de barbarie y tiene consecuencias desbastadoras para toda la población femenina y su comunidad, afectando su salud física y mental, su bienestar económico y menoscabando su carácter y personalidad, para poder así participar libre y plenamente en sociedad.

Para abordar esta gravísima problemática, se requiere de una decidida y comprometida combinación de acciones, mas que leyes y políticas, “que las tenemos y muy buenas”, que protejan a las mujeres, es la voluntad inquebrantable y decidida de los “hombres” y la sociedad en general, que nos permita crear un hábitat, un entorno respetuoso y seguro para las mujeres, que se les reconozca y les permita adelantar su propio crecimiento y desarrollo libremente, con autoridad, autonomía e independencia, incidencia y poder de decisión.