PROPUESTA
¡LOS
JÓVENES COMO NUEVOS ACTORES DE PARTICIPACIÓN Y CONTROL SOCIAL!
La
importancia de involucrar a los jóvenes y adolescentes como nuevos semilleros
del control y la participación social en el siglo XXI, es fundamental para el
desarrollo sostenible y la construcción de sociedades más justas y equitativas.
Desde
la revista ABC de la salud, nos permitimos adjuntar a esta propuesta algunas
razones clave que respaldan esta afirmación:
Renovación
generacional: Los jóvenes y adolescentes son el futuro
de cualquier sociedad. Involucrarlos desde temprana edad y el hacerles crear conciencia
de su responsabilidad y compromiso en la construcción de los procesos de
control y participación social asegura una transición generacional fluida y eficaz,
donde se transmiten valores democráticos y de responsabilidad cívica.
Perspectivas
frescas y creativas: Los jóvenes a menudo tienen
una visión fresca e innovadora, que normalmente se desconoce, sobre los
problemas sociales y políticos. Su participación activa en la toma de decisiones,
a la hora de la construcción de estas pueden aportar nuevas ideas y soluciones
creativas a los desafíos delicados, comprometidos y serios que enfrentamos en
estos momentos como sociedad.
Empoderamiento
y desarrollo de habilidades: Involucrar a los jóvenes en
el control y la participación social les brinda la oportunidad de desarrollar
habilidades de liderazgo, trabajo en equipo, comunicación y resolución de
problemas. Esto no solo fortalece su capacidad individual, sino que también los
empodera para hacer una diferencia positiva en sus comunidades.
Legitimidad
y transparencia: La participación activa de los jóvenes en
la toma de decisiones y el control social aumenta la legitimidad de las
instituciones y los procesos democráticos. Al permitir que los jóvenes influyan
en la construcción de las políticas públicas y en la rendición de cuentas de
las autoridades, hacen sin duda alguna que se promueva la transparencia, se
recupere y refuerza la confianza en las instituciones.
Prevención
del conflicto y la violencia: Involucrar a los jóvenes en
actividades constructivas y participativas puede ayudar a prevenir la
alienación y el descontento que a menudo conducen a la violencia y al conflicto
social. Al ofrecer alternativas positivas, se fomenta la cohesión social y se
construyen sociedades más pacíficas y estables.
Derechos
humanos y justicia social: La participación de los
jóvenes en el control y la participación social también es crucial para
garantizar el respeto de los derechos humanos y promover la justicia social. Al
involucrarse en la defensa de los derechos de los más vulnerables y marginados,
los jóvenes contribuyen a la construcción de una sociedad más inclusiva,
equitativa y justa.
El involucrar
a los jóvenes y adolescentes como nuevos actores semilleros del control y la
participación social en el siglo XXI, no solo es importante, sino que es
esencial para el verdadero desarrollo de las sociedades democráticas, justas y sostenibles.
Su participación activa y comprometida no solo beneficia a las comunidades
actuales, sino que también sienta bases sólidas para un futuro más prometedor
para las generaciones venideras.
Informa, forma y apoya la educación.
