Bogotá vibra entre colores, memorias y futuros compartidos.
México nos
visita, el arte nos une y la cultura nos hermana
N.E.
La BOG25 - Es la nueva edición de la Bienal de Arte de Bogotá, un evento cultural de acceso libre que se desarrolla en distintos espacios de la capital durante los meses de septiembre y octubre de 2025. Esta bienal invita a ciudadanos, artistas y comunidades a resignificar la ciudad como escenario de encuentro, memoria y creación colectiva. Sus principales escenarios incluyen el Teatro La Santamaría, el Eje Ambiental y diferentes espacios barriales, que se convierten en galerías vivas y abiertas para todos los públicos.
Contexto
histórico
Bogotá cuenta con una tradición de bienales que han marcado hitos en la relación entre arte y ciudad. La primera Bienal de Arte de Bogotá se celebró en 1988, consolidándose como un espacio pionero para las artes contemporáneas en Colombia. Desde entonces, las bienales han evolucionado, conectando las prácticas artísticas con el devenir urbano y social de la capital, convirtiéndose en plataformas de experimentación y diálogo con la ciudadanía.
Objetivos
y significado
La BOG25 se propone un objetivo central; “resignificar el imaginario urbano” a través del arte. Esto significa recuperar y reinterpretar los símbolos, espacios y experiencias de la vida cotidiana bogotana, otorgándoles nuevos sentidos colectivos. El arte, en esta edición, no se queda en los muros de un museo: se despliega en la calle, en las plazas y en los barrios, resignificando la ciudad como escenario de creación y convivencia.
Ejes
temático
El lema curatorial de esta edición, “Bogotá, ensayos sobre la felicidad”, propone explorar el derecho al disfrute de la ciudad y la posibilidad de pensarla como “casa común”. Una de las intervenciones más emblemáticas es “La Casa Común” en el Teatro La Santamaría, donde las obras dialogan con el patrimonio arquitectónico y simbólico de la capital. A través de instalaciones, performances y proyectos urbanos, se tejen narrativas que invitan a reconocer en el arte un lenguaje capaz de transformar la percepción de lo público y lo privado.
Beneficios
comunitarios y educativo.
La
BOG25 se caracteriza por su gratuidad, inclusión y vocación social,
convirtiéndose en una plataforma accesible para todas las comunidades. Su
programa incluye talleres, recorridos guiados y actividades educativas dirigidas
a niños, jóvenes y adultos, fortaleciendo la relación entre ciudadanía, arte y
cultura.
Entre las intervenciones más significativas destaca la instalación “Canto del río”, en el Eje Ambiental, compuesta por 150.000 flores que simbolizan la reconciliación y la esperanza ciudadana. Este tipo de proyectos no solo embellecen la ciudad, sino que también la conectan con la memoria colectiva, la sanación y la construcción de convivencia.
Participación internacional y equidad
La
bienal no se limita a lo local; reúne a artistas internacionales, colectivos
barriales y creadoras de diferentes países, incluyendo la destacada
participación de mujeres y hombres mexican@s y colectivos comunitarios de Bogotá. Este
carácter colaborativo refuerza la dimensión de la bienal como espacio de diversidad
cultural y equidad de género, fomentando el intercambio y reduciendo las
brechas sociales mediante el arte. La BOG25 se consolida, así, como una
oportunidad para democratizar el acceso a la cultura y proyectar a Bogotá como
ciudad creativa, plural, no solo a nivel Nacional sino internacional.
México, invitado especial de
la BOG25
En esta edición, la Bienal cuenta con México como país invitado especial, lo
que enriquece la programación con exposiciones, intervenciones urbanas y
diálogos artísticos que refuerzan los lazos culturales entre Bogotá y
Latinoamérica. La presencia mexicana aporta diversidad estética y conceptual,
reafirmando el carácter internacional de la bienal.
Organización.
La
BOG25 está organizada por instituciones culturales locales en alianza con
colectivos barriales e internacionales, bajo una mirada que combina lo académico,
lo social, lo empirico y lo comunitario.
Esta bienal no es solamente un evento artístico: es una invitación a resignificar la ciudad como espacio de felicidad compartida, memoria y esperanza. Cada obra, cada taller y cada recorrido reafirman que Bogotá no solo es un lugar para transitar, sino también un escenario para habitar con dignidad, imaginación y sentido colectivo.
La BOG25 nos recuerda que el arte es más que estética: es una herramienta para construir ciudadanía, sanar heridas sociales y celebrar la diversidad que nos une como comunidad.
Enfoque
narrativo
Caminar
por Bogotá en días de bienal es descubrir un pulso distinto en sus calles. Las
montañas que la rodean parecen abrirse como un telón, mientras las plazas y
parques se convierten en escenarios de encuentro. El murmullo de la gente se
mezcla con la música, los colores y las formas que brotan de cada esquina.
Allí, la ciudad deja de ser solo tránsito y cemento: se vuelve diálogo, memoria
compartida, promesa de futuro.
El arte, en estos días, no se contempla a la distancia, sino que se habita. Es sentir que los muros hablan, que las esculturas respiran y que cada performance es un espejo donde Bogotá se reconoce a sí misma. Quien asiste no solo mira obras: se convierte en parte de una narrativa urbana que se escribe en tiempo presente.
Ensayo poético
Bogotá despierta vestida de arte,
sus calles laten con pasos nuevos,
las plazas florecen en voces diversas,
y el viento lleva trazos de esperanza.
Entre montañas se enciende su canto,
ciudad abierta, lienzo infinito,
donde el arte no es adorno,
sino raíz, encuentro y destino.
Revista ABC de la salud.
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